Deben colocarse pasamanos a ambos lados de una rampa o escalera, para guiar a las personas con deficiencias visuales y para que puedan apoyarse las personas con movilidad reducida.
Deberá haber dos pasamanos, uno a 90 cm de altura y otro a 70 cm (para niños y personas de poca estatura).
El pasamanos deberá ser de forma cilíndrica para facilitar el agarre (con un diámetro entre 40 y 50 mm).
Por seguridad, los pasamanos también deben instalarse en rampas de más de 40 cm para evitar el riesgo de caída y deben ser lo bastante sólidos para soportar el peso corporal.